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Dune, la película

La verdad es que estoy publicando menos de lo que quería. Algunas cuestiones me han impedido hacerlo. Por ello he decidido aprovechar que este fin de semana fuimos a ver en familia el estreno de Dune. Esta adaptación de la novela de Frank Herbert estrenada en 2021 es, con mucho, la mejor de las existentes.

No voy a decir que sea perfecta. Ninguna lo es. Mi mayor temor se manifiesta al inicio de la película. Empieza desvelando una de las intrigas de la novela que solo se descubre al final.  Si siguiera esa tónica sería un fracaso. Pero, por suerte no fue así. Aunque no es el único punto en el que se aleja de la novela… o debería decir de la media novela. Sí, media novela, porque si una pega hay que ponerle a la versión de Dune realizada por Denis Villeneuve frente a la de la producción de Dino de Laurentis es que solo abarca media novela y no se ha grabado la continuación. Con lo cual podemos quedarnos a media los fans si resultase un fracaso de taquilla.

La comparación

Cuando en 1985 se estrenó la película dirigida por David Lynch fue un fracaso de taquilla porque defraudó a los fans. La estética podía (de hecho lo era) adecuada, pero el guion, la historia, se apartaba demasiado de la novela.
Adaptaciones posteriores, varias series, no acabaron de gustar ya que si bien por su mayor extensión podían ser más fieles a la historia de la novela en su estética se apartaban mucho de lo esperado por los fans. Y es que pese que el desarrollo de la historia no gustase, la estética de la película de Laurentis/Lynch ha pesado mucho en la mente de los fans.
Por el contrario la película de Denis Villeneuve es bastante mas fiel a la historia y, a la vez, mantiene una estética bastante adecuada a lo que esperaran los fans, pues sin ser una copia de la que esperan los fans es bastante parecida y, a la vez, imprime un carácter propio.

La rendición

No todo es perfecto. Dune, la obra de Herbert, escrita en 1965 (o al menos publicada, supongo que tardaría algún tiempo en escribirla) es hija de su tiempo. Y por ende el universo que él plantea en Dune también. El universo dual planteado (Emperador/sardaurkar/casas nobles/mentata – Bene Geserit) es fruto del peso que en ese momento tenían los distintos sexos en la sociedad, a la vez que una expresión de deseo de evolución.

La sociedad de Dune es ampliamente machista, a excepción de una sociedad cuasi religiosa, la Bene Geserit que es una orden exclusivamente femenina. En ese sentido que el reproche a Jessica sea mínimo por enseñar las técnicas secretas de la orden a su hijo es un alejamiento de la novela. Que no se nombre que el castigo por ello es que la orden no va a hacer nada para salvar a su amado duque, Leto, es un alejamiento.

Pero la mayor de las traiciones al universo Dune es que Liet-Kines sea una mujer. No solo porque el puesto de planetólogo imperial, en una sociedad en la que el emperador solo puede ser un hombre, pero puede tener más de una concubina, es poco probable que recaiga en una mujer. Si no, principalmente, porque una mujer no podría tener el peso político entre los fremen, de hecho su líder, que tiene Liet en la novela. Una mujer no podría ser líder de una sociedad en la que (atención spoiler) Paul Atreides «hereda» la mujer y los hijos de James, el fremen al que vence en el combate singular al final de la película.